El humor y la ciencia ficción hace que sea más fácil de ver que "House of Cards" pero igual de crítica frente a un gobierno que no se ocupa de su electorado.
La historia comienza cuando Laurel, la protagonista, acepta trabajar momentáneamente junto con su hermano (un senador de los Estados Unidos) y descubre algo terrible: bichos alienígenas se comieron los cerebros de la mayoría de los políticos y ahora el país se encuentra a la deriva.
Los bichos hacen que la gente se vuelva más extremista y se enoje con facilidad entrando en eternas discusiones que nunca llegan a ningún lado. Las horas y los días pasan entre terribles confrontaciones y ningún acuerdo. Mientras indirectamente se hace mención a Trump y Hillary Clinton, republicanos y demócratas discuten detalles ridículos mientras nadie se encuentra realmente haciendo su trabajo. "Lo único que importa es quién llegará a la presidencia" le dice el senador a su hermana cuando ella se desespera por esta falta absoluta de soluciones.
Para mí fue imposible no adorar esta serie, y tener la sensación de que al fin había una explicación a lo que está pasando en este mundo que nos resulta cada día más loco.
Muy recomendable.
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