viernes, 16 de septiembre de 2016

De los tacos a las pantuflas

Estresadísima llamé a Maru a las 9 de la noche porque necesitaba un contacto "urgente" (últimamente todo es sospechosamente urgente en mi vida). De un lado yo, con mis problemas mínimos de mujer soltera que no tiene ni idea del infierno que puede llegar a ser la maternidad y del otro lado Maru, quien sigue jurando que fue vilmente engañada por la sociedad entera y que si sabía que esto era ser madre no lo hacía ni en un millón de años.


Maru: ¿Te lo puedo pasar mañana? La beba no para de vomitar... para colmo lo hace con fuerza, la del exorcista es una escupidita comparado con ella. Ahí va de nuevo... ay, no... ahora la perra está patinando sobre el vómito...

X: Yo me iba a quejar porque me hice un shock de querativa y no me puedo lavar el pelo, pero comparado con lo tuyo soy el glamour en persona.

Maru: ¿Glamour? Cuando sos madre ya no existe el glamour. Hoy de pedo me pude depilar los bigotes y me sentía Miss Mundo hasta que llegué a casa y me puse a limpiar vómito del culo de la perra.

Quizás esté mal que Maru me haga sentir tan bien con mi vida.

1 comentario:

Joan dijo...

jajajjaa buenisimo, quiero mas~