viernes, 4 de marzo de 2016

Viernes de teatro.

“El viaje de Discepolito” Puedo decir que el pasado jueves por la noche salí de casa con la dicha del que espera algo con muchas ansias. Junto a la grata compañía de mi señor padre, iba a asistir a una obra que prometía mezclar dos cosas que siempre (y cada vez más) me intrigan y encantan: teatro y tango.

Caminando y sin apuro, llegamos al pintoresco teatro “El cubo” en una aún más pintoresca callejuela del Abasto en la que se respiran aires bohemios. En lo que respecta a la función, mi experiencia puede tranquilamente ser etiquetada como una “Crónica de un chico anonadado”. Por reflejo, abrí la boca a los segundos de empezado el espectáculo y sólo me percaté de cerrarla cuando se encendieron las luces.

Durante el recorrido de Discepolito por las callejuelas de Buenos Aires, tuve la certeza de estar presenciando un infierno dantesco versión 4X2. Me quedó muy claro que sin desencantos no hay tango, y la decadencia de la porteñolandia del año 3000 es tan evidente que conmociona. Sin embargo, el repentino cambio emocional que pasé una vez encendidas las luces fue elocuente: de estar, digamos, compungido, a una brusca alegría repentina.

Magia del teatro. Lo que me sorprendió aún más fue que, al salir de la sala y repasar la historia con mi viejo, descubrí que donde yo había visto un enmarañado complejo, él vio sencillez y claridad. Esto último, lo cual, no hace más que convencerme de lo maravilloso que es el arte y de que “El viaje de Discepolito” no es otra cosa ni más que eso, una obra de arte.

"El viaje de Discepolito" de Víctor Dupont y Cristian Bus está todos los viernes a las 21hs en Teatro El Cubo.
Para compra de entradas e informes, consultar aquí.

Por Santi Navarro.


¡Quiero recorrer el blog y leer más notas!

No hay comentarios: