El Coach

Apenas conocí a El Coach, estaba todavía dudando si lo que yo veía como estupidez no era en realidad un extremo de caballerosidad e interés. Hasta que lo googlee y me encontré con toda su esencia desparramada por las redes. Y me reí. Mucho. Porque el coach es un tipo que, con una fingida amabilidad y una sonrisa eterna, se la pasa diciendo que sos una boluda.

Pocas cosas molestan más a una mujer independiente que un tipo que le diga lo que se supone que tiene que hacer. A la vez pocas cosas molestan menos a una mujer independiente que un tipo que no le interesa. Desde el momento mismo en el cual decidimos que ese hombre no será en nuestras vidas más que una anécdota, le dejamos hacer casi cualquier cosa porque todo será una anécdota para contarle a nuestras amigas o, como en este caso, escribir un blog.

Durante un tiempo me parecieron divertidas sus teorías que iban desde cómo tomar un café hasta cómo hacer la cama y cuando me aburrí le dije que en realidad me gustaba más otro hombre y dí por terminada la relación. Pero El Coach no se dá por vencido. Nunca. Y decidió que mi falta de interés hacia él, era en realidad una baja autoestima mía y vino a casa con una pila de paquetes de plastilina para que hiciera una mini escultura de lo que siento de mí misma.

Hice un cupcake porque sentía hambre.




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