
En la novela, dos amigas que nos podrían recordar a casi cualquier mujer de un bar de Palermo (e incluso peligrosamente a nosotras mismas) se plantean lo mismo que hablamos siempre: la pareja, la maternidad y el aburrimiento de la vida moderna pintado en un mundo que es tan cercano y delirante como sólo nuestros propios sueños y pesadillas pueden serlo.
Bailando siempre entre la calidez y la oscuridad más tétrica, entre lo conocido y lo extraño y donde todo puede suceder, Aira nos lleva de la mano hasta ponernos cara a cara con lo peor de nosotras mismas. Sus descripciones tan precisas y certeras nos repugnan y fascinan con igual intensidad. Este autor consiguió algo que no logré encontrar en ninguno otro: hacer que historias para adultos nos hagan sentir lo mismo que cuando éramos niños, cuando los libros nos transportaban a mundos de fantasía que se metían en nuestra piel.
Muy, muy, muy recomendable.
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